Alimentación infantil o Baby-Led Weaning
Cualquiera
que haya leído algunos libros sobre lactancia materna o que haya navegado por
webs y foros sobre lactancia y crianza con apego, seguro que ha oído mencionar
alguna vez el término inglés “baby-led weaning”. Es una expresión
difícil de traducir, porque usa un concepto (weaning) que puede resultar
equívoco en español…
Veamos:
“Baby” es bebé, “Led” es el pasado de “Lead”, verbo que
significa guiar, liderar, y “weaning”, normalmente se traduce como
destete, pero no en el sentido de dejar la teta sino de dejar la lactancia
exclusiva para comenzar a introducir alimentos sólidos. ¿Cómo traducir este
concepto al español?
Algunas
expresiones que se han propuesto son:
“alimentación
autorregulada”
“alimentación
autorregulada por el bebé”
“destete
dirigido por el niño” (la más literal)
Alimentación
complementaria a demanda
A mí,
personalmente y después de haber estudiado más o menos el tema, me gusta la
traducción de “Introducción de los sólidos a demanda” o “alimentación
complementaria a demanda”… Sobre todo me gusta la segunda porque sigue con la
filosofía de la “lactancia a demanda” y usa el término “alimentación complementaria”
que es el más extendido hoy en día en España para hablar de la diversificación
de las fuentes de alimentación del bebé a partir de los seis meses, dejando
claro que cualquier alimento es complementario a la fuente principal, que sigue
siendo la leche.
Lo que
me gusta
Después
de haber probado los dos métodos de introducción de la alimentación
complementaria (los consabidos purés y papillas con mi hija mayor y el baby-led
weaning (BLW) con mi pequeño), enumeraré las ventajas que yo le veo a la alimentación
complementaria a demanda:
- Es
más respetuosa con el bebé, tanto en lo concerniente a su ritmo de desarrollo
como en lo referido a sus propios gustos personales.
- Es
más cómodo ya que no hay que comprar ni planificar alimentos especiales para el
bebé, que comparte –siguiendo unas normas de seguridad básicas- los alimentos
de la mesa familiar.
Frutas y verduras variadas para irle poniendo en la bandeja de la trona. |
-
Concibe la alimentación complementaria como un aprendizaje, por lo que no “invita”
a sustituir las tomas de leche por comida. Más bien al contrario, la filosofía
es permitir que el bebé juegue y aprenda todo lo que quiera con los alimentos,
porque para quitarse el hambre y nutrirse, ya tiene la teta.
|
- Se
basa en la capacidad del bebé para autorregularse. Al igual que con la
lactancia materna a demanda, que permite al bebé controlar cuando quiere calmar
la sed o prefiere hacer una comida más completa, el BLW confía en el criterio
del niño a la hora de elegir qué alimentos prefiere, en qué cantidad, en qué
orden, cuánto tiempo va a emplear para comerlo, etc. De este modo, permitimos
que el bebé desarrolle sus mecanismos de control de la saciedad y evitamos que
coman en exceso, disminuyendo así la probabilidad de futuras enfermedades, como
obesidad o diabetes.
- No se
separan los alimentos por comidas (cereales en el desayuno y en la cena, fruta
en la merienda y verduras y carne/pescado en la comida), sino que el bebé tiene
a su disposición casi todos los grupos de alimentos en una sola comida, igual
que los niños mayores y los adultos. De este modo, se combinan y aprovechan
mejor los nutrientes… Por ejemplo, la carne tiene hierro, que se absorbe mejor
en presencia de vitamina C, por lo que si añadimos algo de fruta al final de la
comida, nos estaremos asegurando de que el contenido en hierro de la carne será
más aprovechado.
-
Permite incluir al niño en las comidas familiares, por lo que no sólo aprende
sobre la comida y los alimentos, sino sobre la hora de comer como un momento
para charlar, relacionarse, disfrutar de la compañía del resto de la familia,
etc.
- Al
igual que con la lactancia materna, el bebé come lo que quiere sin importar la
cantidad. Es muy difícil medir lo que come un niño así, porque unos trozos los
tira, otros se le quedan en el babero, otros se los come, coge trozos del plato
de la mamá, del papá o de cualquier otro miembro de la familia, etc. El único
medidor de que ha comido lo suficiente es su propia satisfacción.
Lo que
no me gusta
Básicamente
veo dos desventajas a este método.
1 –
Tener que dar explicaciones a todo el mundo que me pregunta si la nena ya toma
purés, cuánta cantidad se toma, etc.
2 –
Limpiar la mesa, la trona, el suelo, su ropa y alrededores después de la
comida… Porque es un método un tanto guarro… Aunque hay que reconocer que la
combinación de cucharadas de puré con manotazos, pedorretas, soplidos y demás
de un bebé también tiene gran capacidad de convertir suelos y paredes en gotelé
viviente.
Pero,
¿en qué consiste?
Pues, a
grandes rasgos, el BLW consiste en pasar de los purés y papillas y ofrecer al
bebé directamente los alimentos sólidos… lo que no implica que le pongamos un
plato de cocido delante y le dejemos hacer.
Se
trata de ir introduciendo la comida como un juego, adaptando las formas de los
trozos que se le ofrecen para que las pueda agarrar con la mano y manejarlas
por si mismo, permitiéndole desarrollar las distintas habilidades que necesitará
para comer (coordinación ojo-mano, masticación, deglución, pinza, etc.),
respetando sus gustos y preferencias personales e incluyéndole en los hábitos y
rutinas familiares a la hora de la comida.
Segundos
o terceros hijos
El
término Baby-Led Weaning fue acuñado por Gill Rapley, matrona y enfermera
pediátrica (health visitor) británica y madre de tres hijos… Pero el método en
si mismo es antiguo y muchas madres reconocen haberlo practicado sin necesidad
de haberle puesto nombre. Personalmente, estoy convencido de que así es como se
comenzaba a alimentar a los bebés antiguamente, cuando no había médicos que
recomendaran los purés y lo que debía contener cada uno… El bebé comenzaba a
alcanzar algunos pedazos de pan, de comida, de la mesa y jugaba con ellos, se
los llevaba a la boca y, finalmente, descubría que se podían comer.
La
mayoría de los testimonios y experiencias que he leído y escuchado sobre BLW
(sea llamado o no así por sus practicantes) son de madres y padres que ya
tienen dos o tres hijos y que, con el segundo o con el tercero, descubren que
de este modo evitan algunos problemas que tuvieron en la alimentación del
primero y que es más fácil y sencillo organizar las comidas para toda la
familia… No olvidemos que cuando tenemos el primer hijo todo es un mundo y todo
esfuerzo nos parece poco, pero, cuando llega el segundo, normalmente la falta
de tiempo nos hace optar por soluciones más prácticas, sencillas y más
naturales… y también (¿por qué no?) más beneficiosas.
Industria
alimentaria
Retomando
la idea que exponía antes de que estoy convencido de que así era como se ha
hecho durante toda la vida,… Me viene a la cabeza también el ejemplo de la
lactancia artificial… Y es que, si hemos vivido una generación perdida con la
lactancia materna, también parece que hemos perdido la pista de cómo se
iniciaba a los niños en la alimentación adulta antiguamente…
La
leche de fórmula seguro que ha tenido mucho que ver en la historia de los purés
infantiles. Más que nada, porque precisamente se iniciaba la alimentación
complementaria con más premura para tratar de paliar las carencias
nutricionales de las fórmulas… Pero, poco a poco, ha ido quedando un poso de
que los purés son buenos, de que así el niño se lo come todo, que es más fácil
dárselo, que admiten más cantidad, que son muy sanos porque tienen muchos tipos
de verduras, la madre puede medir lo que el niño ha tomado en cada comida, etc.
Y nadie
habla de la incomodidad y trabajo extra que supone andar cocinando y triturando
para una sola personita… que para eso somos madres sacrificadas… y si no
queremos serlo pues ya están ahí Nutribén, Nestlé, Hero y el resto de marcas
para echarnos un cable con sus cereales superenriquecidos, sus potitos variados
y completos y sus papillas de frutas… ¡¡¡Vamos, qué hasta natillas y yogures
hay que comprarles!!! Pagándolos a precio de oro porque tienen una imagen de un
radiante bebé en la etiqueta.
Yo, con
mi primera hija, recurría muchas veces a las papillas de frutas cuando quería
salir por ahí. Ahora me resulta mucho más cómodo llevar un plátano o una pera o
unas galletas o un colín o un cuscurro de pan (lo que pille por casa), meterlo
en la mochila de los nenes y tirar para el parque sin preocuparme de nada más…
Y si se me olvida, seguro que hay una tienda cerca donde poder comprar algo
saludable sin tener que recurrir a comida procesada y enlatada.
Uno de
los principales promotores del Baby-led Weaning en España es el pediatra y
nutricionista Carlos Gonzalez , de quien puedes conocer un poco mas sobre el en
el siguiente enlace:
Aqui
dejo unos enlaces con más información al respecto:
Información
sobre Baby-led Weaning en inglés
Información
sobre Baby-led Weaning en español:
Bibliografia Vancouver :
1. Una maternidad diferente, . 1 una maternidad
diferente.[online]. Available From:
www.unamaternidaddiferente.com
[Accessed 28 march 2016].
0 comentarios:
Deja aquí tus comentarios y te responderemos en breve.