OPERACIÓN BIKINI: 15 REGLAS DE ORO PARA PERDER PESO CON LA CABEZA.
En verano nos preocupamos más por nuestra apariencia física y muchas son las personas que realizan cambios drásticos en su alimentación a fin de conseguir, casi de manera milagrosa, el cuerpo deseado. Realizar una "operación bikini" sin control puede desembocar en deshidratación, alteraciones cardíacas o trastornos alimenticios.
En el empeño de controlar la báscula, nos exponemos ante múltiples dietas que nos prometen una pérdida de peso fácil y eficaz en un par de semanas. Pero la realidad es distinta, muchas de las dietas que se realizan pueden parecer inofensivas, sin embargo, son muy perjudiciales para la salud, ya que en muchos casos no siguen las pautas mínimas de una dieta equilibrada y se realizan sin ningún tipo de control médico.
UNA PRÁCTICA IRRESPONSABLE.
Al no estar acostumbrados a la práctica deportiva, nuestro cuerpo tardará el doble de tiempo en adaptarse a la rutina del trabajo físico. Además, el verano no es el mejor aliado del deporte: la combinación de altas temperaturas favorece a la deshidratación, provocando desmayos, lipotimias e incluso la muerte súbita.
- Obsesión por la pérdida de peso: Exponemos más a nuestro cuerpo, por ello la anorexia y la bulimia se presenta con más frecuencia en primavera y verano. Las dietas propuestas tienen escaso rigor nutricional, suelen ser excesivamente hipocalóricas y además no respetan un correcto equilibrio entre los distintos nutrientes necesarios.
- Si se sigue una dieta inadecuada y se logra perder peso, al retomar unos hábitos alimenticios adecuados el peso se volverá a ganar y que la pérdida de peso rápida que propone la operación bikini en la mayoría de las ocasiones es una pérdida de líquido y masa muscular, pero no de grasa.
- Alteraciones en el organismo: Someter al cuerpo de forma brusca a un sobreentrenamiento generará en nuestro organismo alteraciones cardíacas y mayor presión sanguínea. Además, notaremos menor apetito, malestar estomacal, sed insaciable, alteraciones del sueño y sensación general de mayor dificultad y fatiga a lo largo del día.
" Perder peso debe ser una cuestión de salud que se base en la adquisición de una alimentación y vida saludable. La operación bikini es especialmente peligrosa por anteponer las cuestiones estéticas a unos hábitos de vida saludables".
15 REGLAS DE ORO PARA PERDER PESO CON CABEZA.
1. ¿Hay alimentos prohibidos? No debemos excluir ningún gran grupo alimenticio (hidratos de carbono, grasas y proteínas). La clave está en el equilibrio y la moderación.
2. El objetivo de toda dieta de adelgazamiento es consumir menos de lo que el cuerpo gasta, para crear un déficit calórico. Un especialista en nutrición podrá determinar el número de kcal diarias que nuestro cuerpo necesita a partir de datos como el sexo, la estatura, el peso y el nivel de actividad física.
3. Hacer ejercicio, fundamental. Los ejercicios cardiovasculares como andar a paso rápido, salir en bici o correr son los más eficaces para eliminar el exceso de grasa.
4. ¿Calorías vacías? ¡No gracias!. Una dieta de adelgazamiento no debe estar basada en la restricción, pero sí deben
5. ¿Estar a dieta implica pasar hambre? No necesariamente. Muchos asocian el estar a dieta con pasar hambre, pero no debería ser asó. La clave no está tanto en la cantidad, sino en la calidad de los alimentos. Hay que saber elegir y decantarse siempre por aquellos alimentos de bajo aporte calórico.
6. La dieta debe ser sostenible en el tiempo. Si lo que queremos es, además de perder peso, mantener los resultados a futuro, no debemos entender la dieta como una forma especial de alimentarse durante un período concreto, sino como un cambio de hábitos para toda la vida.
7. ¡Ojo con las bebidas! Solemos prestar mucha atención a lo que comemos, pero nos olvidamos de que las bebidas también son una importante fuente de calorías. Modera al máximo el consumo de zumos de frutas, refrescos, bebidas alcohólicas, batidos, etc. Todo suma.
8. Estar cuidándose no significa tener que renunciar a las reuniones con amigos y familiares. En todos los bares y restaurantes ofrecen alternativas más ligeras, como ensaladas, platos a base de verduras, pescados a la plancha...
Pide las salsas y aliños aparte, de postre elige fruta y modérate con el pan. ¡Eso es todo!.
9. El número de ingestas diarias vendrá determinado por las necesidades individuales de cada uno. Si tu cuerpo te pide comer cada pocas horas, realiza comidas más pequeñas pero frecuentes incluyendo un tentempié a media mañana y uno por la tarde, por ejemplo.
10. Aplica la ley de la compensación. Si te has pasado un poco en la comida, por ejemplo, trata de cenar más ligero para que ese desliz no afecte al total de calorías diarias.
11. No te saltes comidas. Lo único que conseguirás es llegar con un hambre feroz a la siguiente ingesta y arrasar con todo. Conseguirás el efecto contrario al deseado.
12. ¿La clave de una dieta exitosa? La constancia. Para obtener resultados, hay que ser perseverante. Solo la suma de muchos días bien hechos te acercará a tu objetivo final. Pero si un día fallamos lo mejor es hacer borrón y cuenta nueva.
13. No tengas demasiada prisa por conseguir resultados. Dicen que lo que rápido se va, rápido vuelve y es cierto. Es mejor deshacerse de los kilos poco a poco, dejando al cuerpo adaptarse y hacerse a su nueva situación, para que la pérdida de peso sea estable y duradera.
14. ¿Es hambre lo que sientes? Muchas veces comemos por ansiedad, por aburrimiento, para premiarnos, para pasar un mal trago... La comida es el alimento de nuestro cuerpo, no de nuestra alma y hay que desvincularla de los sentimientos.
15. Disfruta de lo que comes. Una alimentación sana no tiene por qué ser aburrida. Mezcla, experimenta, crea y saborea. ¡Te sorprenderás!.
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5. ¿Estar a dieta implica pasar hambre? No necesariamente. Muchos asocian el estar a dieta con pasar hambre, pero no debería ser asó. La clave no está tanto en la cantidad, sino en la calidad de los alimentos. Hay que saber elegir y decantarse siempre por aquellos alimentos de bajo aporte calórico.
6. La dieta debe ser sostenible en el tiempo. Si lo que queremos es, además de perder peso, mantener los resultados a futuro, no debemos entender la dieta como una forma especial de alimentarse durante un período concreto, sino como un cambio de hábitos para toda la vida.
7. ¡Ojo con las bebidas! Solemos prestar mucha atención a lo que comemos, pero nos olvidamos de que las bebidas también son una importante fuente de calorías. Modera al máximo el consumo de zumos de frutas, refrescos, bebidas alcohólicas, batidos, etc. Todo suma.
8. Estar cuidándose no significa tener que renunciar a las reuniones con amigos y familiares. En todos los bares y restaurantes ofrecen alternativas más ligeras, como ensaladas, platos a base de verduras, pescados a la plancha...
Pide las salsas y aliños aparte, de postre elige fruta y modérate con el pan. ¡Eso es todo!.
9. El número de ingestas diarias vendrá determinado por las necesidades individuales de cada uno. Si tu cuerpo te pide comer cada pocas horas, realiza comidas más pequeñas pero frecuentes incluyendo un tentempié a media mañana y uno por la tarde, por ejemplo.
10. Aplica la ley de la compensación. Si te has pasado un poco en la comida, por ejemplo, trata de cenar más ligero para que ese desliz no afecte al total de calorías diarias.
11. No te saltes comidas. Lo único que conseguirás es llegar con un hambre feroz a la siguiente ingesta y arrasar con todo. Conseguirás el efecto contrario al deseado.
12. ¿La clave de una dieta exitosa? La constancia. Para obtener resultados, hay que ser perseverante. Solo la suma de muchos días bien hechos te acercará a tu objetivo final. Pero si un día fallamos lo mejor es hacer borrón y cuenta nueva.
13. No tengas demasiada prisa por conseguir resultados. Dicen que lo que rápido se va, rápido vuelve y es cierto. Es mejor deshacerse de los kilos poco a poco, dejando al cuerpo adaptarse y hacerse a su nueva situación, para que la pérdida de peso sea estable y duradera.
14. ¿Es hambre lo que sientes? Muchas veces comemos por ansiedad, por aburrimiento, para premiarnos, para pasar un mal trago... La comida es el alimento de nuestro cuerpo, no de nuestra alma y hay que desvincularla de los sentimientos.
15. Disfruta de lo que comes. Una alimentación sana no tiene por qué ser aburrida. Mezcla, experimenta, crea y saborea. ¡Te sorprenderás!.
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